La desigualdad en la conciliación laboral: un mal con el que todavía convivimos

 Para el Módulo 1 del curso de Fundamentos de Igualdad de Mujeres y Hombres, he querido reflexionar sobre un problema que la sociedad española todavía arrastra, algo que todos vemos a nuestro alrededor y mucho (por desgracia) aceptan como "natural" o "normal": que las mujeres sean principalmente quienes renuncien a su carrera para ocuparse de sus hijos.

Me he basado en los datos que el INE ha publicado en 2024 a este respecto en su web, que pueden encontrarse en el siguiente enlace: 

https://www.ine.es/ss/Satellite?L=es_ES&c=INESeccion_C&cid=1259925463094&p=1254735110672&pagename=ProductosYServicios%2FPYSLayout&param1=PYSDetalle&param3=1259924822888

La desigualdad de género en el ámbito laboral ha sido siempre uno de los focos de atención principales del feminismo. A pesar de los avances en materia de igualdad, lo datos del INE revelan disparidades importantes que persisten en el ámbito de la conciliación de la vida familiar y laboral. La carga del cuidado de los hijos impacta de forma mayoritaria en las mujeres, lo que contribuye a su menor participación en el mercado laboral. Los datos de 2023 muestran diferencias evidentes entre la tasa de empleo de hombres y de mujeres con hijos menores de 12 años. En los hombres de 25 a 49 años se sitúa en el 85,8% sin hijos y en un 90,3% con hijos; por otra parte las mujeres presentan tasas claramente más bajas, con un 77,9% sin hijos y un 71,5% con ellos. Esta tendencia es aún más acentuada cuando se tienen tres o más hijos, cuando la tasa para mujeres desciende hasta solo el 52,2%. Estas cifras ponen de manifiesto la desigualdad en el reparto de responsabilidades familiares, que siguen recayendo predominantementee en las mujeres, limitando su capacidad de prosperar en el mercado laboral.

Los datos también muestran que mientras solo el 2,8% de los hombres interrumpe su empleo por más de dos años, en el caso de las mujeres hablamos del 17,7%. Esta diferencia indica no solo una carga mayor del cuidado para las mujeres, sino una falta de apoyo de políticas laborales para favorecer la conciliación.

La socialización desigual en niñas y niños juega un papel fundamental en el origen de esta desigualdad. Desde la edad temprana, los niños son educados para admirar figuras que enfatizan la responsabilidad y el triunfo en el ámbito laboral, para ser proveedores, “traer el dinero a casa”, mientras que a las niñas se les hace ver que su responsabilidad recae en la órbita familiar, que los cuidados son tarea femenina y por lo tanto deben anteponer esta a su propia realización profesional. Como consecuencia, las mujeres tienden a interrumpir su empleo para asumir los cuidados de sus hijos en detrimento de su desarrollo profesional y de su independencia económica.

Para abordar esta desigualdad de género, una medida fundamental sería la promoción de políticas de paternidad más generosas y obligatorias que incentiven a los hombres a asumir un papel más activo en el cuidado de los hijos. Esto no solo aliviaría la carga sobre las mujeres, sino que también contribuiría a cambiar la percepción social de los roles de género en el ámbito familiar. Además la desigualdad debe comenzar a atajarse en su origen, ya que comienza desde bien temprano, en la socialización diferencial de hombres y mujeres, lo que requiere políticas educativas y de concienciación social que incidan directamente en el entorno educativo y que conciencie a madres y padres de hacer todo lo posible para eliminar este sesgo en la crianza de sus hijos, además de fomentar la perspectiva de género en campañas publicitarias, medios de comunicación y en todos los segmentos del sector educativo. Solo así se podrá construir un entorno laboral más inclusivo y justo para todos.


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